Mujeres y hombres de mar alimentando Galápagos: perspectiva de género en las pesquerías artesanales del archipiélago
¿Sabías que la actividad pesquera artesanal no solo se desarrolla en el mar? Para que esta actividad se lleve a cabo es necesario contar con la colaboración de varias personas quienes, por un lado realizan actividades previas a la faena, en tierra, como son la preparación de provisiones, alimentos, equipo de pesca, hielo, y por otro lado, apoyan en la actividad posterior a la faena, como son el procesamiento de la captura y la venta de la pesca. Las mujeres de Galápagos que trabajan en el sector, son las encargadas de llevar a cabo estas tareas en tierra firme, mientras los hombres salen a pescar en el mar. De esta forma, tanto hombres como mujeres son imprescindibles para que la pesca artesanal que se desarrolla en el archipiélago sea exitosa y para garantizar la seguridad alimentaria, proveniente del mar, de la población humana en las islas.
“Me gusta la paz, la tranquilidad que te transmite el mar, entonces siempre he dicho: para todo mal, el mar, y para todo bien, igual el mar” (Pescadora e hija de pescador, Isla San Cristóbal)
A pesar de esto, la pesca artesanal aún se considera una actividad netamente masculina. Por esta razón, el rol de la mujer en la actividad pesquera ha sido ignorado históricamente, invisibilizando el trabajo valioso y necesario que realizan las mujeres. Sin embargo, si hablamos de sostenibilidad, ellas son actoras clave, debido a que los roles de género asignados a las mujeres las coloca en la posición de cuidadoras y protectoras, de manera que su forma de manejo y gestión de recursos difiere del de los hombres y les ha reconocido, poco a poco, como agentes activas que también movilizan al sector, junto a sus colegas hombres.
Desde el año 2018, el componente de género y pesca, se integró como un eje transversal dentro de las líneas de investigación del proyecto interdisciplinario de pesquerías de la Fundación Charles Darwin. Entre enero y marzo del 2020 el equipo de investigación de este proyecto llevó a cabo trabajo de campo en las islas Galápagos para entender el rol que cumplen las mujeres en las pesquerías artesanales del archipiélago. Los principales resultados de este trabajo demuestran que las mujeres llevan a cabo tareas de gran relevancia para la actividad, tanto antes como después de la faena pesquera (pre y pos captura) como parte de sus “labores en tierra”. La Figura 1 ilustra estas tareas:
Si bien la pesca o captura es una actividad principalmente masculina, en Galápagos identificamos siete casos de mujeres que también participan en esta fase de la actividad: cuatro en Santa Cruz, una en Isabela y dos en San Cristóbal. En estos casos puntuales, ellas llevan a cabo la captura de las especies, de forma intermitente a lo largo del año y no lo hacen como su actividad económica principal. Como vemos, son muy pocas las mujeres que salen de faena de pesca en el archipiélago.
“¡La pesca es emocionante! Es que tú vas allá y ves unos paisajes hermosos, que te quedas impresionada. No es solamente el mar. Cuando duermes ahí, ves el atardecer y ves el amanecer. ¡Es lo más hermoso que puede haber! Hay días en que el cielo amanece tan clarito, ahorita está opaco, pero allá en medio mar, es clarito el cielo y es el amanecer más hermoso que puedes ver en la vida y el atardecer igual.” (Comerciante de pescado y esposa de pescador, Santa Cruz).
Pero, ¿qué sucede con el resto de mujeres que están relacionadas con el sector pesquero? A partir de varias entrevistas de campo realizadas durante esta investigación, pudimos conocer que la gran mayoría de las mujeres que trabajan en el sector en Galápagos no desean salir a pescar. Esto se puede explicar de varias formas. Por un lado, es importante conocer que ellas, al ser migrantes del Ecuador continental, provienen de contextos alejados del mar y de la pesca. Además, algunas de ellas consideran el mar como ‘peligroso’ y a la pesca como ‘una actividad que requiere de fuerza y sacrificio’. Por lo tanto, ellas no se consideran aptas para salir a pescar pues creen que no son lo suficientemente fuertes como los hombres para hacerlo.
Debido a esta situación, muchas de ellas se mantienen más cercanas al espacio terrestre y a las tareas que desde allí pueden realizar para compartir la carga laboral de sus familiares pescadores. Es importante mencionar aquí que las tareas que las mujeres realizan en tierra, las hacen como una extensión de su rol de cuidadoras del hogar, de madres, de esposas, de hijas, de sobrinas, etc., por lo que, en la mayoría de casos, estas actividades no son remuneradas.
“Yo le ayudaba a mi esposo cuando él andaba pescando. Él llegaba cansado y no tenía tiempo, entonces yo me encargaba de ofrecer el pescado a las personas que les hiciera falta.” (Esposa de pescador, Isabela).
“Cuando mi esposo se iba de mañana, ahí me tocaba levantarme a las 3-4am. A veces llegaba a las 12am o a cualquier hora de la noche o de madrugada. Ahí me levantaba a hacerle la comida, a lavar la ropa y todo lo demás. Cuando él llegaba, yo tenía que alistar su ropa, la comida y esas cosas.” (Comerciante de pescado y ex esposa de ex pescador, Isabela).
Dentro de esta división de tareas en las pesquerías galapagueñas, la captura se mantiene como una actividad ‘masculina’, mientras que a la comercialización se la percibe como una actividad ‘femenina’. Según los testimonios, esto se debe a que a ellas se les atribuyen mejores habilidades, en comparación con los hombres, para convencer a los/as clientes de comprar el pescado. De esta forma se construye y se sostiene la división de labores de las pesquerías galapagueñas, en donde ellas realizan las tareas en tierra y ellos en el mar. Finalmente, luego de haber conocido esta dimensión de género, podemos concluir que en Galápagos existe una gran contribución de las mujeres y de los hombres a la actividad pesquera artesanal. Existen, sin embargo, grandes retos para superar la invisibilidad de las mujeres involucradas en la pesca artesanal de las islas y para resaltar y valorar los roles, que tanto hombres como mujeres cumplen, en la cadena de valor de las pesquerías artesanales del archipiélago. Sus capacidades y fortalezas ligadas a cada una de las etapas de pre-captura, captura y post-captura, pueden sin duda ser la piedra angular de un sector responsable y vital. Todo ello, si consideramos las necesidades de cada persona y su apropiación de espacios tanto “de mar” como “de tierra”.
“Para mí es súper importante la pesca y que se lleven a cabo las vedas, para que haya producto para las generaciones que vienen, para los hijos y los nietos” (Mujer en posición administrativa, Cooperativa COPROPAG, Santa Cruz).
Esta investigación forma parte del Proyecto “Socio-ecología, evaluación y manejo de pesquerías: pasos hacia la sostenibilidad”.
Para más información de algunos eventos vinculados a temas de género en las pesquerías artesanales de Galápagos: