En el año 2020 The Coleopterists Society lanzó una convocatoria para dar un reconocimiento a los jóvenes entre 7o de básica y 3o bachillerato que estuvieran interesados en el estudio de los escarabajos. Por parte de la Colección de invertebrados terrestres (ICCDRS) se buscaron estudiantes de las instituciones educativas en Santa Cruz que sintieran curiosidad por conocer el mundo de los insectos y así incentivarlos a participar en esta convocatoria.
La estudiante Sarah Schiess decidió ser parte de esta iniciativa y bajo la tutoría de ICCDRS se envió la propuesta titulada “The Coleoptera of my farm in Santa Cruz Island, Galapagos-Ecuador”.
‘Quería ver como se hace todo el proceso de los bichos en la colección, curarlos. Quería probar algo nuevo, porque nunca había hecho un trabajo así.’
Sarah Schiess
El proyecto de Sarah inició en la colección ICCDRS, donde junto a los investigadores de la Fundación Charles Darwin (FCD), conoció las pautas necesarias para el desarrollo de su proyecto. Las primeras actividades consistían en conocer sobre el manejo de Colecciones de Historia Natural, protocolos, técnicas de colecta, registro de información, montaje y preservación de los especímenes.
‘Tuvimos bichitos de práctica para hacer el montaje con el alfiler, esta actividad me llamó la atención. Además, me sorprendió la cantidad de bichos que tienen guardados, y lo bien organizado que estaba todo, cosa por cosa, bicho por bicho – a mí personalmente no me gusta organizar –’
Sarah Schiess
Sarah también aprendió conceptos relacionados con taxonomía, morfología y ecología de los insectos y otros invertebrados que preservamos en la colección.
‘Algunos escarabajos que conocí no tenían forma de escarabajo, parecían cucarachas, pulgas o como los Staphylinidae que me parecen algo desconocido. Para mí los escarabajos son solo redondos porque solo conocía los chinchorros y otros de la televisión, pero aquí aprendí que hay muchas más formas’.
Sarah Schiess
Posterior a las actividades de inducción se inició la fase de campo, que comprendió la selección de los sitios de muestreo dentro de la finca “Los Alpes Suizos” ubicada en la isla Santa Cruz – Sector el Occidente. Para esta fase del estudio, se le indicó a Sarah las diferentes metodologías empleadas para la recolección de muestras y los protocolos de instalación de trampas. Se ubicaron en total diez trampas de caída en el cultivo de guineo, potrero y lechería, estas trampas fueron colocadas e inspeccionadas por Sarah con el fin de recolectar la mayor diversidad de coleópteros que estuvieran en su finca.
‘Fue interesante ver las cosas que caían, algunas parecían mocos, me gustaba recoger lo que encontraba con las pinzas y el pincel, aunque a veces eran tantos bichos que me resultaba difícil’.
Sarah Schiess
Pero ¿Qué escarabajos encontró Sarah? Gracias a las herramientas utilizadas en la colección ICCDRS, como las claves de identificación taxonómica, Sarah reconoció estructuras importantes que le facilitaron la identificación de seis especímenes: Belonuchus rufipennis, Dipropus sp., Xyleborus sp., Cycloneda sanguínea, Mimographus sp., y Metamasius hemipterus. Estos especímenes pertenecen a familias y géneros de escarabajos con estructuras corporales visiblemente diferentes, como es el caso de la textura lisa o rugosa de sus cuerpos, y la diversidad en sus formas, colores y tamaños. Estas diferencias captaron el interés artístico de Sarah, quien desde muy pequeña ha cultivado este talento, por lo que incluyó en el presente estudio las ilustraciones de los escarabajos hallados en su finca.
‘El coleóptero que dibujé y más me gustó fue el escarabajo del género Mimographus, fue complicado porque tenía manchitas y las tenía que dibujar una por una. Este coleóptero lo encontré en el musgo de un árbol, creo que estaba comiendo.’
‘El escarabajo del género Dipropus parece una cucaracha, tienen pelos muy delgados, pero no lo suficientemente grandes para que se protejan del frío. Este lo encontré en una trampa en el potrero.’
‘Belonuchus rufipennis se ve como que puede cazar algo, tiene unas mandíbulas que se ven chiquitas, pero al estereoscopio se veían lo suficientemente grandes como para cazar. Aprendí también algo interesante sobre Staphylinidae, y es que algunas especies cuidan sus huevos. Me parece algo raro, porque los bichos tienen los huevos y luego que se cuiden solos, el que vivió, vivió y el que no, no.’
‘El escarabajo del género Xyleborus parece una pulga, sus patas son muy raras, son anchas y al final son casi como pelitos. Tienen como un pico al final de su cabeza, y también tiene pelos. Aprendí de ellos, que los pelos cumplen una función sensorial’
‘Metamasius hemipterus parece un elefante, dibujarlo en la parte frontal si fue complicado porque es alargado, tuve que tomar varias fotos, cada que enfocaba una parte, entonces se movía y me toco irlo acomodando yo misma. En el guineal si veía moscas de la fruta incluso sacamos un tubo entero, pero aún no sé diferenciar entre un guineal sano o enfermo a causa de este coleóptero’
‘Con Cycloneda sanguínea si he tenido más contacto, ya que con mis primos las agarrábamos y nos gustaba verlas volar. Esta especie me parece muy bonita, no aparenta ser cazadora, pensé que solo comían plantas’. -Sarah Schiess
Esta experiencia educativa nos brinda como Colección de Historia Natural, la oportunidad de reconocer a Sarah, quien desde sus conocimientos nos comparte información valiosa de los escarabajos con lo que ha convivido desde pequeña, así como las diferencias morfológicas captadas a partir de su sensibilidad artística. Desde ICCDRS esperamos motivar a los científicos de las diferentes áreas a realizar investigación de la mano de niños y niñas de la comunidad. Este tipo de estudio demuestra la importancia de insistir en la investigación de otros insectos, los cuales, como en el caso de los coleópteros, son uno de los más diversos, pero poco carismáticos y atractivos para la comunidad. Es así que el acompañamiento científico permite un acercamiento real con estas especies, su importancia,sus estructuras, colores, texturas e historias.
‘Las ilustraciones que realicé, me ayudaron mucho a entender las estructuras de los coleópteros, su forma, su tamaño, sus colores, las diferencias entre ellos, la taxonomía. Además, ahora sé que hacen en una colección biológica, y que no puedes matar un bicho sin una razón – excepto los mosquitos. Creo que los coleópteros que encontré son tan diferentes porque quizás estuvieron en diferentes zonas de la isla o por el contacto con ciertos animales, y tuvieron que desarrollarse de cierta forma para poder sobrevivir’. - Sarah Shiess
Agradecimientos
Un agradecimiento especial a Andrea Carvajal, Lenyn Betancourt y María del Carmen Vizcaíno por escribir este blog, a Patricia Jaramillo Díaz por sus aportes y revisiones realizados. También a la Sociedad Coleóptera, el equipo de la Colección de Invertebrados Terrestres y el programa de Educación y Vinculación Comunitario ECO que apoyaron en la realización de este proyecto y finalmente a nuestros donantes que permiten que iniciativas como estas puedan seguirse llevando a cabo y así inculcar el interés por la ciencia en niños, niñas y jóvenes de la localidad.