Las bibliotecas son uno de los pilares de la educación y el desarrollo profesional. Son esenciales para crear comunidades alfabetizadas, bien informadas y empoderadas, proporcionando conocimiento relevante y actualizado y, a la vez, manteniendo viva la memoria social y la identidad cultural. Sin embargo, en las Islas Galápagos el acceso a bibliotecas es limitado. Hoy, la única biblioteca pública operativa en Galápagos es la de la Asociación de Guías del Parque Nacional Galápagos (AGIPA) en isla Santa Cruz, que recientemente reabrió sus puertas con la ayuda de la Fundación Charles Darwin (FCD) después de permanecer seis años inactiva. En las otras tres islas pobladas se cerraron las bibliotecas públicas o, en el caso de Floreana, nunca existieron. Hay tres bibliotecas privadas activas entre Santa Cruz y San Cristóbal, una de las cuales es la Biblioteca y Archivo de la FCD, ubicada en su Estación Científica. Inaugurada en 1979, es la biblioteca más grande y antigua del archipiélago, con más de 8,000 libros y miles de artículos científicos, documentos audiovisuales, mapas, etc. Actualmente, los profesionales que trabajan en la biblioteca de la FCD son los únicos en el archipiélago capacitados en Bibliotecología y Ciencias de la Información.
Facilitando el acceso a la biblioteca en Galápagos
Dada la escasez de bibliotecas públicas en Galápagos, y considerando su importancia y los beneficios potenciales para la comunidad local, la Biblioteca y Archivo de la FCD comenzó una serie de actividades destinadas a recuperar las viejas bibliotecas abandonadas y a crear nuevas en las comunidades de todo el archipiélago.
En 2019 se dio inicio a un servicio de biblioteca móvil conocido como "Bibliotecas viajeras", destinado principalmente a proporcionar servicios a empleados del Parque Nacional Galápagos, guías naturalistas, maestros locales y escuelas. Se llevaron a cabo varias encuestas en las cuatro islas pobladas para determinar qué recursos educativos necesitaban y deseaban las comunidades. Con esa información, se trabajó con las poblaciones-objetivo para crear colecciones bibliotecarias personalizadas. Tales colecciones están fuertemente enfocadas en la conservación y las ciencias naturales, pero también incluyen historia local, literatura y libros técnicos. Este proyecto permite a la FCD apoyar a profesionales relacionados con la conservación al tiempo que alienta a la población local a fortalecer sus habilidades de lectura y escritura, en última instancia otorgándoles acceso a todos los tipos posibles de conocimiento.
En octubre de 2019 se puso a prueba el proyecto llevando las primeras colecciones dentro de maletas a cada una de las islas pobladas. Cada "biblioteca viajera" queda al cuidado de aliados locales del proyecto en cada puerto por un periodo de 3 a 6 meses. Luego se recopilarán comentarios sobre el uso de la colección (por ejemplo, número y tipo de usuarios, títulos prestados, frecuencia y duración de los préstamos, necesidades y opiniones de los usuarios), que se utilizarán para mejorar el perfil de la siguiente colección.
El futuro de las bibliotecas viajeras
Durante 2020, las bibliotecas itinerantes continuarán circulando por las islas, fortaleciendo los vínculos con los aliados locales comprometidos. Se espera que el programa se extienda a las tierras altas de Santa Cruz, a las que AGIPA no puede llegar. Allí, los esfuerzos se centrarán en llegar a la población de trabajadores migrantes de habla quechua, de los pueblos indígenas Salasaca y Otavalo de los Andes ecuatorianos, para reforzar la educación bilingüe e intercultural.
Con base en los comentarios de los primeros ensayos, se trabajará para adaptar la selección de documentos e información incluida en las colecciones, para así satisfacer mejor las necesidades de las comunidades. Esto incluirá actividades cuidadosamente seleccionadas relacionadas con alfabetización informacional, lectura, escritura y habilidades de investigación, y educación ambiental, lo que permitirá que el proceso de creación y circulación de las bibliotecas itinerantes sea más comunitario y colectivo.
Para la mayoría de la población joven de Galápagos, esta será su primera exposición a una biblioteca. Al proporcionar un servicio adaptado a sus necesidades y deseos, las comunidades locales apreciarán el valor y la importancia de tener dicho recurso, alentándolos a usarlo regularmente. Al mismo tiempo, este recurso mejorará la calidad del trabajo de los maestros locales, los guardaparques y los guías, al facilitar el acceso a información actualizada, relevante y confiable. El monitoreo, la evaluación, el diálogo y el aprendizaje constantes permitirán que el proyecto evolucione junto con las necesidades y expectativas de la comunidad.
En 2021, a medida que las bibliotecas viajeras continúen desarrollándose y mejorando, y a medida que crezca el interés de la comunidad, se espera que estas colecciones finalmente permanezcan en un solo lugar y actúen como semillas para el crecimiento de bibliotecas permanentes. El objetivo final será fomentar la creación de una red sostenible de bibliotecas de Galápagos donde el conocimiento se pueda compartir fácilmente en todas las comunidades. Para garantizar la sostenibilidad de este proyecto, se ha creado una wishlist de Amazon, para que turistas y otros visitantes compren libros y los donen a las colecciones locales y a la Biblioteca y Archivo de la FCD. Después del primer año, se capacitará a socios locales para que puedan administrar las colecciones de forma independiente. El personal de la Biblioteca y Archivo de la FCD garantizará un continuo apoyo técnico, relacionado con la bibliotecología y el asesoramiento a los aliados locales a cargo de las colecciones, para que puedan administrar eficientemente las estructuras y servicios de la biblioteca.
Impacto esperado
En el primer año de actividades, esperamos que las bibliotecas itinerantes lleguen a 620 estudiantes, 80 maestros y cerca de 80 guías naturalistas y guardaparques en las cuatro islas pobladas. En algunos casos, como Floreana, esperamos impactar a toda la población escolar (20 estudiantes y 5 maestros). Aunque las colecciones están personalizadas para el público-objetivo, las bibliotecas viajeras también son accesibles para el público en general.
Se espera que el establecimiento de bibliotecas dentro de las comunidades locales genere un impacto cultural significativo y un posible cambio social. Se mejorarán y enriquecerán los programas de educación, se ampliarán las posibilidades de capacitación para los trabajadores y profesionales locales, y el panorama sociocultural se nutrirá con nuevas opciones y posibilidades. Además, se espera un impacto ambiental, ya que las bibliotecas viajeras se centrarán fuertemente en la conservación y el apoyo a la educación ambiental.
Si requiere más información puede comunicarse con:
Edgardo Civallero, bibliotecario de la FCD: edgardo.civallero@fcdarwin.org.ec
Eithne Tynan, Recaudación de Fondos: eithne.tynan@fcdarwin.org.ec