Las Islas Galápagos son el hogar de especies tan únicas que no existen en ningún otro lugar del mundo. Entre ellas se encuentran el pingüino de Galápagos y el cormorán no volador, maravillas evolutivas que se han adaptado para prosperar en estos hábitats remotos. Sin embargo, estas increíbles criaturas enfrentan desafíos crecientes debido al cambio climático, enfermedades y especies invasoras. Protegerlas no es una tarea fácil: requiere dedicación, recursos, conocimientos científicos y acción.
Una Peregrinación Anual en el Corazón de Galápagos
Desde hace más de 15 años, el equipo de conservación de aves marinas de la Fundación Charles Darwin se une a los guardaparques del Parque Nacional Galápagos en una peregrinación anual a través de la región más salvaje y fresca del oeste del archipiélago—Isabela, Fernandina y los islotes Las Marielas—para recopilar datos críticos sobre las poblaciones del pingüino de Galápagos y el cormorán no volador.
No es un crucero de placer. Es una expedición de campo llena de desafíos, descubrimientos y conocimientos invaluables. Con el tiempo, los datos recopilados revelan tendencias y cuentan una historia que guía los esfuerzos y acciones de conservación para proteger estas especies.
Expedición 2024: ¿Qué Encontramos?
En septiembre de 2024, un equipo de 10 personas emprendió una expedición de ocho días a bordo del barco Guadalupe River. Equipados con provisiones, botiquines médicos y pastillas para el mareo, se adentraron en el accidentado oeste. Esto es lo que registraron:
- Pingüinos de Galápagos (Spheniscus mendiculus): 413 individuos, de los cuales el 96% eran adultos y solo el % juveniles. La baja cantidad de juveniles es preocupante, probablemente relacionada con el evento El Niño 2023–2024. Las aguas más cálidas reducen los nutrientes y la disponibilidad de peces, la principal fuente de alimento de los pingüinos, lo que hace que estén menos activos, conserven energía y se reproduzcan menos.
- Cormoranes no voladores (Phalacrocorax harrisi): 762 individuos, con un 13% juveniles y un 86% adultos. Esta proporción se ha mantenido estable en los últimos cuatro años, lo que sugiere que los cormoranes son más resistentes a los cambios ambientales en comparación con los pingüinos.
Con poblaciones de solo 2,000 a 3,000 individuos, estas especies son especialmente vulnerables a las presiones externas debido a su distribución limitada y bajas tasas reproductivas. Monitorear su salud es esencial, ya que incluso pequeños cambios podrían tener impactos significativos. Estos datos no solo proporcionan una instantánea de su estado actual, sino que también informan las estrategias de conservación para protegerlos de amenazas como el cambio climático, especies invasoras y la alteración del hábitat.
Una Clínica Flotante: Chequeos de Salud de Aves Marinas
La peregrinación no se detiene en el conteo de aves. Nuestro equipo también realizó chequeos de salud a 57 individuos en busca de enfermedades emergentes como la gripe aviar, que apareció por primera vez en Galápagos a finales de 2023. Vigilar la salud de las aves marinas es vital para detectar y abordar posibles amenazas a su bienestar, a tiempo.
Aunque los pingüinos y cormoranes son las estrellas del estudio, el equipo observó más de 20 especies de aves marinas, registrando 12,844 individuos durante el viaje, desde piqueros de patas azules hasta pardelas. Cada avistamiento destaca la rica diversidad de Galápagos y la importancia de protegerla.
Pingüinos y Cormoranes: ¿Por Qué Son Tan Especiales?
El pingüino de Galápagos es una maravilla única, siendo la única especie de pingüino que vive al norte del ecuador. Con apenas 48–53 cm de altura, es uno de los pingüinos más pequeños del mundo y está catalogado como En Peligro, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
El cormorán no volador no es menos extraordinario. En lugar de volar, ha evolucionado hasta convertirse en un experto buceador, perfectamente adaptado a las aguas ricas en nutrientes de Galápagos. Está clasificado como Vulnerable por la misma organización de conservación.
Ambas especies simbolizan la resiliencia y adaptación, pero también ilustran su alta vulnerabilidad a amenazas como el cambio climático y las especies invasoras.
Un Futuro Brillante para Galápagos
Seguir y monitorear a estas especies durante décadas es más que ciencia: es un compromiso con el futuro de Galápagos. Cada expedición fortalece nuestro conocimiento sobre sus poblaciones, ayudando a perfeccionar estrategias para garantizar que estas especies puedan prosperar a pesar de los crecientes desafíos.
A través de la investigación, el monitoreo y la colaboración, la Fundación Charles Darwin y sus socios, incluidos la Dirección del Parque Nacional Galápagos y la FEIG, trabajan incansablemente para proteger este extraordinario archipiélago.
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