La primera vez que me reuní con nuestro grupo de tibu-embajadores en el 2017 en la Estación Científica Charles Darwin (ECCD), los estudiantes se veían curiosos por las actividades que íbamos a realizar. Recuerdo preguntarles por qué escogieron este programa en vez de las otras opciones que les habían ofrecido; algunos contestaron que les daba miedo los tiburones, otros decían que los tiburones son “chéveres” pero que nunca habían visto uno en su vida y otros solo tenían curiosidad por aprender más sobre estos animales y su importancia en el océano. Distintos científicos participaron en nuestro programa los sábados por las mañanas presentando información al grupo, y las actividades de campo complementaron la teoría permitiendo a los estudiantes entender mejor por qué la investigación científica que la ECCD y otras instituciones realizan es fundamental para la conservación de los tiburones y de los océanos.
Preparamos distintas actividades que incluyeron lecciones de ciencia y de cómo contar historias. Su trabajo final fue preparar un proyecto de outreach o una exhibición dirigida a la comunidad local, para lo cual, sus lecciones previas fueron de gran utilidad al preparar sus materiales y explicar lo que aprendieron. Participamos en limpiezas costeras que ayudaron a entender a los estudiantes el impacto de la contaminación en los océanos. Solo en una mañana recogimos más de 10 sacos con basura que incluía plásticos de distintos productos y provenientes de distintos lugares, redes de pesca, cajas, cables, entre otros. Tuvimos otra limpieza costera enfocada solo en micro-plásticos. Nos sentamos en la playa y llenamos una botella con plásticos diminutos coloridos que a primera vista se podían confundir fácilmente con rocas.
Después de ver documentales sobre la sobrepesca, explorar orillas rocosas en campo, identificar especies haciendo snorkel y más, nuestro grupo de tibu-embajadores estaba listo para la actividad más esperada, ¡hacer snorkel con tiburones en su ambiente natural! Nos encontramos en la ECCD para ir al Canal Itabaca en donde las lanchas La Iguana y Spondylus nos esperaban para acompañarnos en esta aventura. Estábamos muy emocionados mientras íbamos a Punta Carrión, un sitio con mucha biodiversidad. Finalmente llegamos y el agua cristalina nos permitió observar tiburones punta negra nadando bajo el bote, ¡los tiburones estaban ahí con nosotros!
Todos saltamos al agua y seguimos a nuestro amigo y guía naturalista que nos acompañó ese día. Encontramos tiburones punta blanca descansando en cuevas y desde la superficie mantuvimos nuestra distancia para disfrutar su belleza. Continuamos haciendo snorkel y vimos muchas especies de peces de arrecife alimentándose de algas en las rocas. Hermosos peces coloridos que brillaban con la luz del sol y rayas en el fondo también fueron parte de nuestra experiencia. ¡Después del primer snorkel todos subimos al bote muy emocionados!
“Estos programas realmente ayudan a jóvenes como nosotros a aprender sobre diferentes especies y cuál es su realidad” dijo Katherine León, una de nuestras embajadoras de tiburones.
Mientras estábamos en el bote, hablamos sobre la mala publicidad que los tiburones han recibido a lo largo del tiempo así que estaban sorprendidos de haber visto el otro lado de estos animales. Observamos tiburones punta negra y punta blanca que nadaban muy cerca de nosotros y una de las conclusiones fue que, si seguimos las reglas que los expertos recomiendan y si respetamos el espacio de los animales, todos podemos disfrutar de una increíble experiencia como ésta.
José Antonio Santos, otro de nuestros tibu-embajadores también mencionó cuán sorprendido y emocionado estaba por haber visto tiburones en su ambiente natural por primera vez. Esta emocionante experiencia nos demostró cuán importante es experimentar el lugar en donde vivimos para entender realmente el rol tan importante que las personas tenemos en la protección de los tiburones y otras especies, independientemente de nuestra edad o del campo laboral en el que nos desenvolvamos. En el mundo necesitamos más embajadores y la mejor manera de llegar a ellos es mostrándoles las maravillas que nuestro planeta alberga. Este programa nos ha demostrado que la exploración y la diversión son herramientas clave para aprender sobre la importancia de la conservación de los océanos y su biodiversidad.
Queremos agredecer a Save Our Seas Foundation por apoyar nuestro proyecto en las Islas Galápagos y a la tripulación de las lanchas que nos apoyaron para realizar la salida de campo mencionada.