Home

¡Invasores silenciosos en la Reserva Marina de Galápagos!

23 Dic 20 /

¡Invasores silenciosos en la Reserva Marina de Galápagos! Una historia de cómo los estudiamos, en medio de la pandemia de COVID-19...

Autor: Patricia Isabela Tapia

Las especies introducidas representan la causa más importante de la pérdida de biodiversidad para islas oceánicas (Brook, Sodhi and Bradshaw, 2008). En efecto, las especies invasoras son la principal amenaza para la integridad ecológica de los ecosistemas marinos y terrestres únicos de Galápagos (DPNG, 2014). Nosotros, el Programa de Especies Invasoras Marinas dirigido por la Dra. Inti Keith, investigamos las especies invasoras marinas, para su prevención, detección y manejo en la Reserva Marina de Galápagos (RMG). Nos enfocamos principalmente en la comunidad de organismos incrustantes en hábitats artificiales (como muelles). Estos hábitats artificiales sirven como un sistema modelo, porque son puntos críticos para invasiones biológicas en todo el mundo, principalmente debido al tráfico marítimo (Ruiz et al., 2009). Entonces, como parte de nuestras actividades habituales, en enero de 2020 comenzamos a monitorear invertebrados bentónicos (organismos que viven en el fondo del océano y no tienen columna vertebral) en uno de los puertos más utilizados de Galápagos: Puerto Seymour en la isla Baltra. Nuestro objetivo era colectar pasivamente invertebrados bentónicos presentes en este sitio de estudio para detectar especies invasoras marinas, permitiendo una respuesta rápida a posibles invasiones marinas en la RMG.

Sitio de estudio: Puerto Seymour, Isla Baltra. Foto por: Patricia Isabela Tapia, FCD.
Patricia Isabela Tapia
Sitio de estudio: Puerto Seymour, Isla Baltra. Foto por: Patricia Isabela Tapia, FCD.

Semana 0

Es una mañana soleada y hermosa en Galápagos. Estamos listos para partir de Puerto Ayora, Isla Santa Cruz a la Isla Baltra, para un día de trabajo de campo. Estamos a punto de instalar 32 placas de asentamiento de PVC (policloruro de vinilo), colgándolas del muelle en Puerto Seymour, un metro bajo el agua y paralelas al fondo marino. Así, pretendemos imitar los muelles flotantes, y observar qué especies se adhieren y crecen en ellas.

Una parte del equipo de investogación del Programa de Especies Invasoras Marinas en Puerto Seymour, Isla Baltra. De izquierda a derecha: Rosita Calderón, William Bensted-Smith y Patricia Isabela Tapia. Foto por: Archivo FCD.
Una parte del equipo de investogación del Programa de Especies Invasoras Marinas en Puerto Seymour, Isla Baltra. De izquierda a derecha: Rosita Calderón, William Bensted-Smith y Patricia Isabela Tapia. Foto por: Archivo FCD.

Parece un día más en nuestro trabajo. Aunque para mí, es un día con la extraordinaria oportunidad de ser parte de investigación científica de clase mundial en el primer Patrimonio Natural de la Humanidad declarado por la UNESCO, la cuna del pensamiento de Darwin sobre la evolución biológica y el lugar al que tengo el privilegio de llamar hogar.

Rosita Calderón y Patricia Isabela Tapia ensamblando placas de asentamiento para su instalación (una parte de las placas están encerradas en jaulas para evitar depredación). Foto por: Andrea Gura, FCD.
Andrea Gura
Rosita Calderón y Patricia Isabela Tapia ensamblando placas de asentamiento para su instalación (una parte de las placas están encerradas en jaulas para evitar depredación). Foto por: Andrea Gura, FCD.

Instalamos éxitosamente las 32 placas de asentamiento, los tratamientos consistieron en: controles (placas unidas solo a ladrillos), medias jaulas (placas ensambladas con jaula superior solamente) y jaulas completas (placas ensambladas con jaula completa). Planeamos dejar nuestras placas allí durante 12 semanas y regresar cada dos semanas para monitorearlas, tomando fotografías, registrando la presencia de cualquier animal y planta, así como datos oceanográficos en el sitio de estudio. Poco sabíamos que el mundo estaba a punto de detenerse y que todos tendríamos que escondernos de un enemigo invisible: COVID-19.

Semana 2

No sé qué es exactamente lo que vamos a encontrar. Honestamente, este trabajo ha sido un camino de aprendizaje. No soy bióloga marina, soy bióloga general, por lo que el trabajo de campo en el océano en comparación con mi experiencia mayormente terrestre sigue siendo un poco desafiante, pero me encanta compartir "la oficina" con lobos marinos, tiburones, peces coloridos y muchas otras formas de vida más pequeñas que siempre han estado ahí, pero que usualmente ignoramos: los fascinantes organismos sésiles (viven incrustados en un sustrato y no pueden moverse libremente).

A: Gaviotines (Anous stolidus) pescando en nuestro sitio de estudio. B: Lobo marino (Zalophus wollebaeki), descansando en una panga frente a nosotros, mientras monitoreamos nuestras placas. Estas aves son una subespecie endémica y el lobo marino una
Patricia Isabela Tapia
A: Gaviotines (Anous stolidus) pescando en nuestro sitio de estudio. B: Lobo marino (Zalophus wollebaeki), descansando en una panga frente a nosotros, mientras monitoreamos nuestras placas. Estas aves son una subespecie endémica y el lobo marino una especie endémica. Fotos por: Patricia Isabela Tapia, FCD.

A diferencia de especies carismáticas como los lobos marinos y aves marinas, los organismos sésiles son mucho menos populares. ¿Quizás su pequeño tamaño e incapacidad para moverse los hacen menos atractivos? Yo creo que son criaturas cautivadoras y que hacen que el océano sea aún más interesante y lleno de vida, solo tenemos que prestar más atención. Quizás en las fotografías de las próximas semanas podrás ver lo que quiero decir.

Placa número 30 después de dos semanas de instalación (dentro de una jaula completa, evitando depredación). Animales como briozoos (“animales musgo”, pequeños invertebrados acuáticos que generalmente forman colonias), ascidias (chorros de mar, invert
Patricia Isabela Tapia
Placa número 30 después de dos semanas de instalación (dentro de una jaula completa, evitando depredación). Animales como briozoos (“animales musgo”, pequeños invertebrados acuáticos que generalmente forman colonias), ascidias (chorros de mar, invertebrados marinos inmóviles), poliquetos (gusanos marinos) y cangrejos bebés son visibles. Foto por: Patricia Isabela Tapia, FCD.

Observar la presencia de organismos vivos ya pegados a nuestras placas después de solo dos semanas, no solo es emocionante, ¡sino que además proporciona información sobre sus ciclos de vida! Lo único que estoy pensando ahora es: no puedo esperar para ver cómo se ven estas placas en la semana 12.

Semana 4

La temperatura del mar está por encima de los 26 ° C, por lo que estar en el agua durante varias horas es realmente agradable. ¡Tan pronto como llegamos a nuestro sitio de estudio, vemos que nuestras placas están mucho más llenas de vida!

A: Patricia Isabela Tapia midiendo la salinidad del agua, temperatura y oxígeno disuelto. B: Rosita Calderón (izquierda) y William Bensted-Smith (derecha) recuperando jaula con una placa. C: Abriendo jaula para monitorear una placa. D: Placa número 2
William Bensted-Smith, Rosita Calderón and Patricia Isabela Tapia
A: Patricia Isabela Tapia midiendo la salinidad del agua, temperatura y oxígeno disuelto. B: Rosita Calderón (izquierda) y William Bensted-Smith (derecha) recuperando jaula con una placa. C: Abriendo jaula para monitorear una placa. D: Placa número 20 (jaula completa) después de cuatro semanas de instalación. Fotos por: William Bensted-Smith, Rosita Calderón y Patricia Isabela Tapia, FCD.

La placa 20 (jaula completa) muestra crecimiento visible de muchos animales (sí, ¡lo que estás observando en estas placas son animales!), particularmente el chorro de mar (ascidia) colonial blanco (Didemnum perlucidum) dominando la placa. Es una especie invasora en Galápagos y se considera una plaga marina en muchos otros lugares (Carlton, Keith and Ruiz, 2019; Lambert, 2019).

Placa número 7 (control) después de cuatro semanas de instalación. Foto por: Patricia Isabela Tapia, FCD.
Patricia Isabela Tapia
Placa número 7 (control) después de cuatro semanas de instalación. Foto por: Patricia Isabela Tapia, FCD.

La placa 7 (control) muestra menos presencia animal-planta, probablemente debido a depredación en ausencia de una jaula. Otros controles y medias jaulas en ocasiones incluso presentan claros rastros de depredación.

Semana 6

Es el 12 de marzo, justo un día después de que la Organización Mundial de la Salud declaró el nuevo brote de coronavirus (COVID-19) una pandemia global. Solo unos días antes de que nuestros primeros casos de COVID-19 en Galápagos sean reportados, podemos viajar a Puerto Seymour, Baltra y monitorear nuestras placas por última vez.

Placa número 2 (jaula completa) después de seis semanas de instalación. Foto por: William Bensted-Smith, FCD.
William Bensted-Smith
Placa número 2 (jaula completa) después de seis semanas de instalación. Foto por: William Bensted-Smith, FCD.

Después de seis semanas de instalación, la placa 2 (jaula completa) muestra un crecimiento progresivo visible de organismos sésiles. Resalta la presencia de los siguientes animales: ascidias invasoras Didemnum perlucidum (chorro de mar colonial blanco), Botrylloides niger (chorro de mar colonial anaranjado) y el bryozoo invasor Bugula neritina ("animal musgo" de color marrón-morado). Hemos observado un patrón similar en la mayoría de nuestras placas en jaulas completas, lo cual es preocupante debido al comportamiento altamente invasor que estas tres especies presentan en Galápagos y en todo el mundo. De hecho, se encuentran dentro de las especies incrustantes introducidas más notables actualmente presentes en Galápagos (Carlton, Keith and Ruiz, 2019), lo que sin duda tiene implicaciones importantes en la toma de decisiones de conservación y manejo en la RMG.

Placas número 19 (media jaula) y 26 (control) después de seis semanas de instalación. Fotos por: William Bensted-Smith, FCD.
William Bensted-Smith
Placas número 19 (media jaula) y 26 (control) después de seis semanas de instalación. Fotos por: William Bensted-Smith, FCD.

La diferencia visual en el crecimiento de plantas y animales en las placas 19 (media jaula) y 26 (control) en comparación con las placas de jaula completa es evidente, lo que nuevamente probablemente se explica por la depredación. Las placas 19 y 26, al igual que muchas otras medias jaulas y controles, muestran rastros de depredación, que seguramente dejan los peces. Hemos observado pequeños y grandes alimentándose de organismos que viven en las superficies laterales e inferiores del muelle, algunos incluso con la mayor parte de sus cuerpos fuera del agua para alcanzar estos organismos.

Nadie pensó que el mundo de repente tendría que detenerse por tanto tiempo. Inesperadamente, tuvimos que escondernos de un nuevo virus y dejar nuestro experimento a mitad de camino.... Espero que el nuevo mundo que estamos construyendo durante esta crisis sea menos indiferente al sufrimiento de los demás, incluyendo a la naturaleza. Espero que todos podamos tomar mejores decisiones y cambiar nuestros estilos de vida por otros más sostenibles, para que algún día no tengamos que preocuparnos de que unos invasores silenciosos se apoderen de nuestros mares o que se saquen especies fuera de sus áreas de vida. Sobrevivamos a esta pandemia, sanándonos a nosotros mismos y al planeta. Esta podría ser nuestra última oportunidad para hacer las cosas bien.

Me temo que no llegamos a la semana 12 de nuestro experimento. Nuestras placas han estado colgando del muelle en Puerto Seymour durante 47 semanas. Sin embargo, usaremos todas las muestras para conocer más sobre las especies bioincrustantes en la RMG y el próximo año estaremos listos para repetir nuestro experimento, una vez más.

Dos de nuestras placas después de haber estado 40 semanas colgando en Puerto Seymour, Baltra. Fotos por: Patty Isabela Tapia, FCD.
Patricia Isabela Tapia
Dos de nuestras placas después de haber estado 40 semanas colgando en Puerto Seymour, Baltra. Fotos por: Patty Isabela Tapia, FCD.
William Bensted-Smith (izquierda) y Rosita Calderón (derecha) del Programa de Especies Invasoras Marinas. Foto por: Patricia Isabela Tapia, FCD.
Patricia Isabela Tapia
William Bensted-Smith (izquierda) y Rosita Calderón (derecha) del Programa de Especies Invasoras Marinas. Foto por: Patricia Isabela Tapia, FCD.

Este programa es posible gracias al generoso apoyo de nuestros donantes: Gordon and Betty Moore FoundationGalapagos Conservancy, Lindblad Expeditions-National Geographic Fund, Galapagos Conservation Trust, Paul M. Angell Foundation y Ecoventura (donantes actuales). Puedes leer más sobre nuestro trabajo aquí. Si te gustaría contribuir al trabajo de la Fundación Charles Darwin para la conservación y sostenibilidad de las Islas Galápagos, por favor DONA y/o ¡comparte nuestro trabajo con tus amigos y familia!

Referencias

    • Brook, B. W., Sodhi, N. S. and Bradshaw, C. J. A. (2008) ‘Synergies among extinction drivers under global change’, Trends in Ecology and Evolution, 23, pp. 453–460. doi: 10.1016/j.tree.2008.03.011.
    • Carlton, J. T., Keith, I. and Ruiz, G. M. (2019) ‘Assessing marine bioinvasions in the Galápagos Islands : implications for conservation biology and marine protected areas’, Aquatic Invasions, 14(1), pp. 1–20.
    • DPNG (2014) Plan de manejo de las áreas protegidas de Galápagos para el buen vivir. Edited by A. Izurieta et al. Puerto Ayora, Galápagos, Ecuador: Imprenta Mariscal. doi: 10.1590/S0004-282X2003000500014.
    • Lambert, G. (2019) ‘Fouling ascidians (Chordata : Ascidiacea) of the Galápagos : Santa Cruz and Baltra Islands’, Aquatic Invasions, 14(1), pp. 132–149.
    • Ruiz, G. M. et al. (2009) ‘Habitat distribution and heterogeneity in marine invasion dynamics: the importance of hard substrate and artificial structure’, in Wahl, M. (ed.) Marine Hard Bottom Communities, Ecological Studies (Analysis and Synthesis). Berlin, Heidelberg: Springer, pp. 321–332. doi: 10.1007/b76710_23.
DSC07389

Protege Galápagos, Impacta al Mundo

El impacto que generas en este pequeño ecosistema de enorme biodiversidad es parte de una huella más grande que estás dejando para el futuro del mundo. Al realizar una donación, te invitamos a unirte a nosotros en nuestra misión de proteger uno de los tesoros naturales más importantes de nuestro planeta a través de la ciencia y acciones de conservación. Gracias por generar un impacto con nosotros.