En 1986, nuestro querido compañero Jorge Herrera entraba a formar parte del personal de la Fundación Charles Darwin (FCD). Con la motivación de alcanzar una beca universitaria que podía otorgarle la Fundación, Jorge aceptó el cargo de bodeguero. Después de poco tiempo se encontró con un ambiente muy amigable en donde haría posteriormente grandes amigos quienes han sido de mucho apoyo para él. Desde ese entonces, la FCD era reconocida como la institución de mayor prestigio en Galápagos, Jorge describe esos años de la Estación Científica Charles Darwin (ECCD) como “los años mozos”. Sin duda, su trabajo era parte vital del funcionamiento de las operaciones de la organización y sus logros.
Después de tres años de haber iniciado el trabajo en la FCD la vida de Jorge Herrera cambió al sufrir un accidente que lo dejó inmovilizado. Jorge con gran tenacidad trabaja desde su silla de ruedas y recuerda con mucho agradecimiento el apoyo del Dr. Gunther Reck, antiguo director de la Estación Científica Charles Darwin. Dr. Reck lo apoyó enormemente en ese entonces, además de que invitaba a cada miembro del personal de la familia Darwin a compartir en su casa y fue siempre muy considerado con las situaciones personales de cada miembro de la Fundación.
En 1990 Jorge inicia un nuevo reto de trabajo en la FCD al ser transferido al departamento contable de la Fundación. En ese año, todavía se realizaban manualmente los procesos contables y Jorge tenía todavía mucho por delante para aprender. Cuenta nuestro compañero que la FCD le ha dado muchas oportunidades para su capacitación tanto cuando era bodeguero, como cuando ocupó su cargo actual de Asistente Contable. “La palabra contabilidad ni la conocía, yo quería ser biólogo, pero mi vida cambió y ahora me gusta lo que hago”, dice Jorge mientras habla sobre el trabajo que realiza en este departamento en donde recibe bienes y servicios para contabilizar.
Jorge, una gran persona y estimado colega, ha dedicado fielmente muchos años de trabajo a la Fundación Charles Darwin. Sus 30 años como miembro de la institución lo convierten ahora en la persona más antigua de la FCD y su tenacidad lo ha llevado a aceptar los cambios tanto laborales como personales, como él dice “uno aprende día a día”.