La variabilidad climática incide en los hábitos alimentarios de los tiburones martillos que habitan la Reserva Marina Galápagos
Nota de prensa.- Recientemente, investigadores/as de La Fundación Charles Darwin, la Universidad San Francisco de Quito y la Dirección del Parque Nacional Galápagos, demostraron que el comportamiento alimentario del tiburón martillo (Sphyrna lewini) se ve afectado durante la presencia de eventos climáticos, como los ciclos El Niño/La Niña en la Reserva Marina Galápagos (RMG). Este es uno de los pocos estudios disponibles hasta la fecha en toda la región del Pacífico Este Tropical, en donde se explora cómo la variación climática incide en la ecología trófica de esta especie de tiburón que está clasificada como “En Peligro Crítico de Extinción” desde el año 2019 según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Las islas Darwin y Wolf, ubicadas al norte de la RMG, albergan una de las mayores agregaciones de tiburones martillo del mundo. Así mismo, debido a su ubicación geográfica, las Islas Galápagos se encuentran en el epicentro de los eventos El Niño y la Niña, mismos que influyen profundamente en los ecosistemas marinos de la región, y en la disponibilidad de las especies que son parte de la dieta de los tiburones martillo. Adicionalmente, el archipiélago de Galápagos ha sido propuesto como un laboratorio natural para entender los efectos del cambio climático, y esto está directamente relacionado con su alimentación.
“Las Islas Galápagos representan un lugar privilegiado para estudiar el impacto de los ciclos El Niño y la Niña en los diversos ecosistemas marinos del archipiélago. En este estudio realizamos un muestreo temporal de cuatro años para entender las variaciones en la dieta de los tiburones martillo a lo largo de este tiempo, y la influencia de eventos climáticos variables como El Niño/Oscilación del Sur (ENSO)”, expresa Camila Arnés-Urgellés, bióloga marina ecuatoriana que lideró esta publicación.
Para observar el efecto del cambio climático en el comportamiento alimentario y las estrategias para buscar alimento, de los tiburones martillo, los científicos/as realizaron un análisis isotópico de las muestras de tejidos recolectadas con el objetivo de identificar las zonas principales que explotan para obtener su alimento. Para esto, se realiza buceo libre (o apnea) llevando una vara hawaiana con un dardo especial, instalado para tomar biopsias. El dardo se coloca en el extremo superior de la vara y está especialmente diseñado para retener un pequeño pedazo de piel y de músculo de tiburón al momento de tocar su cuerpo. El dardo recoge una muestra de tejido dérmico sin causar daño al tiburón, mismas que posteriormente se llevan al laboratorio donde se las preparan.
“Cuando un organismo ingiere alimentos, su piel, músculos y órganos retienen información de su dieta. Para ello, se hace un estudio denominado análisis de isótopos estables. Gracias a este método, podemos estudiar los isótopos de cualquier animal para comprender su comportamiento alimentario, así como el uso de su hábitat preferido. Los isótopos que analizamos son carbono y nitrógeno”, comenta Camila Arnés-Urgellés.
Los resultados de esta investigación sugieren que los tiburones martillo que habitan en la RMG, exhiben una dieta muy específica y costera, que se puede interpretar como una respuesta inmediata a las fluctuaciones climáticas, como el evento de la Niña, que se caracteriza por aguas más frías y productivas. Al contrario, durante los años de El Niño en los que el agua, más cálida se estratifica y en donde se registra una baja productividad, la dieta de los tiburones se muestra más generalizada y oportunista, debido a la reducción substancial de las fuentes de alimento de la que dependen los tiburones y otras especies.
“Los cambios climáticos modifican la productividad de los océanos y generan efectos sistemáticos en cascada, en las cadenas alimenticias marinas. Estudiar la ecología alimentaria de los principales depredadores, como los tiburones, puede proporcionar información sobre la salud general de los ecosistemas marinos”, comenta el Dr. Diego Páez-Rosas profesor e investigador de la Universidad San Francisco de Quito y co-autor de este trabajo.
Esta investigación también resalta la necesidad de incorporar estrategias de conservación y acciones de manejo que beneficien a esta especie y a los ecosistemas marinos en general, relacionados con el cambio climático. A pesar de la relevancia ecológica y socio-económica de los tiburones martillo, todavía tenemos un conocimiento limitado de su historia de vida, incluida su ecología trófica.
“El cambio climático es una realidad y tiene ya profundos impactos en todos los ecosistemas y especies del planeta. A pesar de ser una especie en peligro crítico de extinción, actualmente no se cuenta con un plan de manejo orientado a recuperar las poblaciones de los tiburones martillo, una especie clave e icónica de la región del Pacífico Este Tropical. Es necesario implementar, de manera urgente, un ambicioso plan de conservación, que tenga en consideración cómo, la variabilidad climática presente y futura, va a tener una gran incidencia en sus dinámicas poblacionales”, concluye el Dr. Pelayo Salinas de León, investigador principal de la Fundación Charles Darwin y co-autor del estudio.
El artículo fue publicado la revista científica de acceso abierto "Frontiers in Marine Science" y está disponible a través de este link https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fmars.2021.625748/full
Este estudio fue posible gracias al apoyo del Helmsley Charitable Trust, the Gordon and Betty Moore Foundation, The Rufford Foundation, The Save Our Seas Foundation, Focused on Nature, Ocean 52, Dario Mariani, Miguel Bosé, Mark and Rachel Rohr Foundation y Mark Qi Wong.