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Carlos Espinosa-CDF

MI SEGUNDA OPORTUNIDAD

Placeholder image with CDF logo Nancy Tapia Paredes, Volunteer
07 Ene 25 /

Hace veinte años, mi vida tomó un giro inesperado cuando me vi obligada a renunciar al puesto que anhelaba en el área educativa de la Fundación “Charles Darwin” en Santa Cruz, Galápagos. Las circunstancias familiares, requerían mi presencia en otro lugar, y aunque sabía que era la decisión correcta en ese momento, siempre me quedó una pregunta en el corazón: ¿Qué perdí al no aceptar y quedarme en el continente?

Esa pregunta me acompañó a lo largo de los años, una sombra persistente que nunca salió de mi mente. Galápagos era más que un lugar; representaba un sueño, una pasión por la conservación y la educación. Pero la vida tiene su propia forma de cerrar círculos y, dos décadas después, me brindó una segunda oportunidad: Ser Voluntaria de la Fundación Charles Darwin en la Biblioteca Comunitaria de Santa Cruz.

Nancy Tapia

El voluntariado se me presentó como un camino de doble vía. Una, cuya dirección me permitía interrumpir, desmontar y desmoronar ideas, categorías y relatos marcados o determinados por procesos administrativos de la Biblioteca , o de sentido inverso pero entramada con la anterior, que me lleve a reconstruir, unir, hilar, tejer, conectar y revitalizar los modos en que pensamos y contamos las historias de vida, formamos en valores éticos, morales y ambientales y contribuir en la formación integral de los niños de Galápagos, con un Enfoque Teórico y Epistemológico imbricado a las necesidades comunitarias, nacionales y mundiales.

Sin duda, la segunda vía me llevó a un sendero de ida y vuelta, hacia una manera de hacer, pensar y decidir ese enfoque educativo que debía ser operacionalizado en todas las actividades que se desarrollan en la Biblioteca. El diálogo con las personas auspiciantes y benefactoras, la observación de actividades y planificaciones sueltas, me llevaron a comprender y recrear los sentidos y significados educativos para encontrar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, el referente teórico que oriente toda planificación de la Biblioteca hasta el año 2030.

El Diseñar un Currículo muy particular y único, como único es el paraíso natural para el que fue creado, me ofrecía un constante recordatorio de la belleza y fragilidad de nuestro mundo. Cada tema era una lección sobre la interconexión de los ecosistemas y la importancia de protegerlos. La Fundación Charles Darwin, con su dedicación incansable a la ciencia y la conservación, continuaba siendo un faro de esperanza y acción efectiva.

El voluntariado me enfrentó a la posibilidad de romper límites generacionales y de formación inclusive, para transitar fronteras que me abrieron a una creatividad no prevista en alguna planificación, sino que emergió en otras formas de escritura, en el reconocimiento de otros territorios aún desde las sombras que parecen querer ocultar emociones, vivencias, conflictos y desdibujar realidades, que ya pertenecen al medio en que se desenvuelve. Cada recuerdo de mi tiempo allí, cada rostro de los niños y personas que conocí de cerca sigue vivo en mi memoria.

Durante este tiempo, también tuve la oportunidad de reflexionar y sanar. Dejé en mi memoria recóndita los momentos difíciles, esos que son parte inevitable de cualquier oficio, y me concentré en disfrutar de cada instante. Me perdoné a mí misma por la decisión de hace veinte años y entendí que, a veces, la vida nos lleva por caminos inesperados que, al final, nos conducen a donde realmente necesitamos estar.

Hoy, puedo decir con certeza que he saldado una deuda que sentía con Galápagos. Me siento completa y agradecida con Dios y con la vida por haberme dado esta segunda oportunidad, una prueba de que los sueños no tienen fecha de caducidad y que las segundas oportunidades pueden ser el comienzo de algo maravilloso y nos sorprenden con la oportunidad de regresar a esos lugares que nunca dejaron de ser nuestro hogar en el corazón.

Galápagos me ha enseñado que el tiempo y la distancia no disminuyen la pasión ni el propósito. Al contrario, los fortalecen y los transforman en una fuerza aún mayor para el bien. Un voluntariado en las Islas Galápagos genera, produce, crea y transforma posibilidades de ser, hacer, creer y romper, un camino ilimitado para pensar en uno mismo y defender y proteger este maravilloso laboratorio de la humanidad.

Galápagos me ha enseñado que el tiempo y la distancia no disminuyen la pasión ni el propósito. Al contrario, los fortalecen y los transforman en una fuerza aún mayor para el bien.
Nancy Tapia
Nancy Tapia
Nancy Tapia
Nancy Tapia

Sobre Nancy Tapia Paredes

Nancy fue voluntaria en la Biblioteca Comunitaria de la isla Santa Cruz en 2024. Trabajó junto al equipo del ECO-Program dentro de nuestro Programa de Educación y Alcance Comunitario.

Descubre más sobre nuestro programa y oportunidades de voluntariado aquí:

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