Uno de mis mayores sueños ha sido formar parte de una iniciativa que aporte a la conservación de las islas Galápagos. Tuve la oportunidad de hacer este sueño realidad cuando encontré el Programa Galápagos Verde 2050. Este es un programa implementado por la Fundación Charles Darwin (FCD) en conjunto con la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) enfocado a la recuperación de especies nativas y endémicas en zonas urbanas, rurales y áreas protegidas del Parque Nacional Galápagos. Soy galapagueño, nací y crecí en la isla Santa Cruz. Desde muy pequeño me encantó vivir rodeado de la diversa flora y fauna única que tienen estas islas. Por lo que sabía que debía hacer algo para contribuir a la conservación de mi hogar.
Tuve la oportunidad de realizar un voluntariado en el GV2050, donde viví de cerca las actividades que realiza cada integrante del programa mientras me dedicaba a realizar actividades como la extracción y clasificación de semillas, mantenimiento de los jardines ecológicos o plantaciones en áreas naturales.
Semanas más tarde recibí una gran noticia, querían que forme parte del staff como asistente de campo. Mi trabajo consistiría en coordinar la logística para las salidas de campo, llevar materiales y tener los equipos de acampar limpios. Este último con el fin de evitar transportar accidentalmente insectos o semillas a otras islas donde pudiesen volverse invasores. Me gustaba mucho el trabajo que ejecutábamos, cada día que pasaba en una expedición observábamos cosas nuevas. Pero, sentía curiosidad, ¿qué hacen con los datos obtenidos en campo? ¿Para qué realizar plantaciones siguiendo un diseño experimental? Me preguntaba siempre que salíamos de viaje. Mi compañero de ese entonces, Luka Negoita, me explicó, “colocamos plantas con diseño experimental para saber qué método de plantación es más eficaz y así replicar estos métodos, a la vez todos los datos obtenidos en campo se analizan y se comparan para seleccionar los mejores resultados y replicarlos a una restauración ecológica a gran escala”. Me impresionó todo lo que lleva a cabo este programa de investigación.
Desde ahí, supe cómo podía aportar a la recuperación de la flora y fauna de Galápagos, y comencé a prepararme mucho, no solo con trabajos en campo y oficina, sino que retomé mis estudios de bachillerato, y en el 2020 logré culminarlos trabajando y estudiando a la vez. Los primeros meses fue un poco difícil, ya que no contaba con internet para conectarme a mis clases virtuales, así que decidí quedarme, en la oficina, todos los días al finalizar mi horario de trabajo. Siempre tuve el apoyo de nuestra líder del programa: Patricia Jaramillo Díaz, me entendía cuando tenía clases o cuando estaba indispuesto para salir a una expedición, me decía ¡Primero son sus estudios Paul!
Tras cuatro años como asistente de campo, se me dio la oportunidad de ascender a asistente técnico con responsabilidades más grandes. Ahora trabajo de cerca con instituciones como el Parque Nacional Galápagos (PNG) o la Agencia de Bioseguridad Galápagos (ABG),realizando avisos de viaje cuando salimos de una expedición a otra isla permisos de movilización de muestras para poder transportarlas de una isla a otra. Estoy muy contento haciendo lo que más me apasiona, recuperando especies en peligro de extinción y capacitando a la comunidad resaltando el valor de las especies de plantas nativas y endémicas. Por eso, ahora sé lo importante que es el estudio y recibir conocimientos de otras personas en el tema de restauración ecológica y conservación. En la actualidad estoy continuando mis estudios universitarios en Sistemas y Gestión de Data, para a futuro desarrollar herramientas de visualización de datos que permiten presentar información de manera atractiva y comprensible para el público en general. De esta manera, podría ayudar a concientizar a la comunidad sobre la importancia del cuidado de nuestros ecosistemas.
Estoy consciente que al final no llegaré a ver la edad adulta de muchas de las especies de plantas que he sembrado, como la Opuntia (cactus arbóreos), ya que su desarrollo tarda mucho (crecen 2 cm por año) pero ahora mismo veo como muchos árboles ya empiezan a desarrollarse y dar los primeros frutos en el ecosistema. Sé que cada día dejo una gran huella en mis islas, y que las nuevas generaciones seguirán los mismos pasos o incluso mejorarán sus esfuerzos por conservar el Archipiélago. De toda esta experiencia con el programa GV2050, me queda la satisfacción de poder contribuir en la recuperación de nuestras islas Galápagos. Me alegra saber que mi hijo crecerá rodeado de un entorno natural. Además, me llenaría de felicidad que él, algún día, pudiese ver las plantas adultas que ha sembrado su padre. ¿Qué mejor aún que pudiera seguir los mismos pasos para conservar nuestro hermoso hogar?
Agradezco a todas las personas e instituciones del Programa Galápagos Verde 2050: Fundación Charles Darwin, Dirección del Parque Nacional Galápagos, familia y amigos por su apoyo incondicional durante este tiempo.