En 2014 comenzó la colecta de huevos silvestres y crianza en cautiverio de polluelos del pinzón de manglar (Camarhynchus heliobates), la especie críticamente amenazada más rara de los famosos “Pinzones de Darwin”.
El proyecto de Conservación del Pinzón de Manglar, llevado a cabo por la Fundación Charles Darwin (FDC) y la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), en colaboración con San Diego Zoo Global y Durrell Wildlife Conservation Trust, dio un importante paso en el manejo intensivo para aumentar la población del ave más amenazada de las Islas Galápagos. La liberación y monitoreo en el medio silvestre de ocho pinzones criados en cautiverio en la Estación Científica Charles Darwin es la etapa con la que culminó el reto de este año.
Tras la llegada del equipo de la FCD y DPNG a la Playa Tortuga Negra en la Isla Isabela, se situó a los volantones en el aviario de pre-liberación ubicado dentro del bosque de manglar, donde pasaron tres semanas adaptándose a su hábitat natural. Dentro del aviario se colocaron varias fuentes de comida natural del pinzón de manglar: ramas, hojas, semillas de las tres especies de mangles del sitio (Avicennia germinans, Lacungularia racemosa, Rhizophora mangle), frutos en ramas de Castelagalapageia y Scutia spicata, polillas vivas, orugas vivas adentro de semillas de A. germinans, y hojarasca con un rango de invertebrados. Adicionalmente platos de comida suplementaria con balanceado también formaron parte de la alimentación de las aves.
Con el objetivo de facilitar el monitoreo de los pinzones a corto plazo después de su liberación, un transmisor diminuto fue colocado en la base de las plumas de la cola, las baterías de los transmisores duraron 19 días y se mantuvieron adheridos durante este tiempo. La identificación individual a largo plazo es posible gracias a los anillos de color colocados en cada individuo.
Durante el proceso de liberación, un polluelo adicional con nueve días de nacido fue encontrado muriendo en el nido por la infestación de treinta y tres larvas de Philornis downsi. El equipo del proyecto trató sus heridas y crió en el campo al polluelo que posteriormente fue liberado san al medio silvestre.
Después de tres semanas y todas las precauciones, las ventanas del aviario fueron abiertas. Así, los pinzones quedaron libres para salir y entrar a su gusto, el equipo continuó proveyendo comida dentro del aviario para las aves que regresaron. Se realizaron observaciones diarias para registrar las visitas al aviario, cada vez menos regresaron y pasaron menos tiempo dentro de él.
El monitoreo post-liberación por medio de los transmisores mostró la dispersión de la mayoría de juveniles hacia al norte hasta Caleta Black y hacia el sur en la zona árida hasta al lado oeste del Volcán Darwin y Tagus Cove.
Adicionalmente, once nidos silvestres de diez parejas fueron monitoreados en la Playa Tortuga Negra, algunas parejas pusieron cinco o seis anidadas sin producir volantones, cinco parejas tuvieron éxito y produjeron seis, en todos los casos el mínimo de un polluelo por nido. El Parasitismo de P. downsi fue la mayor causa para la mortalidad de los polluelos y sus parásitos estaban presentes en todos los nidos monitoreados que contenían pinzones mayores de tres días.
Francesca Cunninghame, líder del proyecto del Pinzón de Manglar, dice:
“Liberar ocho pinzones de manglar criados en cautividad y monitorear su adaptación al hábitat natural es increíblemente gratificante. Desafortunadamente el 2015 fue un año mucho más complicado en comparación con nuestro primer intento en 2014, hemos liberado menos pinzones de los que esperábamos. Sin embargo, regresar ocho aves jóvenes al medio natural, una vez fuera de peligro de la amenaza de P. downsi, sigue siendo un impulso significativo a la población juvenil y de investigaciones anteriores sabemos que ninguno de ellos habría sobrevivido solo en el medio silvestre. Cada pasodel proceso se lleva a cabo en colaboración con nuestros socios y esperamos que mediante la repetición y el perfeccionamiento de las técnicas desarrolladas hasta la fecha podamos garantizar la conservación a largo plazo de esta especie en peligro crítico."
Con el proceso de liberación y monitoreo termina exitosamente la etapa final del programa de crianza en cautiverio que empezó en febrero de este año. Los resultados son positivos para la población del Pinzón de Manglar, aunque aún hay mucho camino por recorrer, seguimos en la lucha por evitar la extinción de esta especie única en el mundo.
El Proyecto del Pinzón de Manglar es un proyecto bi-institucional llevado a cabo por la Fundación Charles Darwin y la Dirección del Parque Nacional Galápagos en representación del Ministerio de Ambiente. Nuestros colaboradores son San Diego Zoo Global y Durrell Wildlife Conservation Trust.
El proyecto es apoyado por Galapagos Conservation Trust, The Mohamed Bin Zayed Species Conservation Fund, Durrell Wildlife Conservation Trust, International Community Foundation, por fondos otorgados por The Leona M. and Harry B. Helmsley Charitable Trust, Galapagos Conservancy, y la Embajada Británica en Ecuador.