Las becas de la Fundación Charles Darwin ayudan a capacitar talentosos estudiantes galapagueños.
Patricia Isabela Tapia, una galapagueña de 20 años, actualmente se encuentra estudiando lo que le apasiona en el extranjero. Tras participar de un exigente concurso que otorga becas a dos estudiantes galapagueños cada año, ha recibido una beca parcial de la Fundación Charles Darwin para su licenciatura en Biología en la Universidad de Newcastle, Inglaterra y una beca de la Fundación holandesa COmON también para estudiar su licenciatura y maestría.
Patricia fue la mejor estudiante de su promoción en la secundaria, siendo la mejor egresada del bachillerato nacional de la Unidad Educativa Nacional Galápagos y también obteniendo el diploma del Bachillerato Internacional con el puntaje más alto del archipiélago de Galápagos. Actualmente, se encuentra en su cuarto semestre de estudios en Inglaterra y durante sus vacaciones de verano viaja a Galápagos para hacer voluntariado en la Estación Científica Charles Darwin (ECCD).
Desde que era una niña, su meta y sueño más grande era cursar sus estudios universitarios en Inglaterra. Desde entonces, cada cosa que hizo, cada decisión que tomó, giraban en torno a ese sueño que para ella era bastante utópico y tal vez demasiado optimista. Sin embargo, hoy en día, lo está viviendo y ya se ha planteado nuevas metas aún más grandes pues considera que es real, aquello que desde pequeños nuestros padres nos dicen, todos tus sueños pueden hacerse realidad:
“La cuestión está en qué es lo que nosotros hacemos para que estos sueños se cumplan. No se trata de la fantasía que creíamos cuando niños de que con tan sólo desear algo esto podría cumplirse por arte de magia. Es algo más complicado que eso. Se trata de trabajar duro cada día, de ser perseverantes y no permitir que ningún obstáculo nos detenga. No permitir que nadie nos haga creer que no somos capaces. De plantearnos nuevas y cada vez más grandes metas. Se trata de ayudar a otros a medida que avanzamos, porque la vida es eso, compartir y tener empatía por los demás. Pero principalmente, se trata de amar lo que hacemos,” comentó Patricia Tapia.
Su experiencia en la Estación Científica Charles Darwin la está ayudando a descubrir qué área de la Biología es la que más le apasiona, pero de momento quiere centrarse en la ecología y conservación, aunque todavía tiene tiempo para decidir.
El verano pasado ayudó a la científica Inti Keith, en el proyecto de especies invasoras marinas. Salió al campo y siguió varios transectos para tomar puntos y fotos de algas invasoras como las del género Caulerpa. Estos datos se usarán para comparar con datos de la época de calor e identificar cambios de comportamiento en diferentes temporadas. Además de ayudar en el análisis de datos, durante la Casa Abierta de la Estación Científica, ella expuso sobre el proyecto para informar a la comunidad sobre sus avances. “Me encantó poder transmitir a mi comunidad lo que hacemos en la Estación Científica y lo que yo podría estar haciendo a futuro.”
Patricia también trabajó en el ambicioso proyecto Galápagos Verde 2050 de restauración ecológica, que ha plantado más de 7.500 plantas con tecnologías ahorradoras de agua. En GV2050, Patricia estuvo involucrada en la clasificación de semillas extraídas de los excrementos de iguanas terrestres de la Isla Plaza Sur. Seguramente escribirá su tesis en base a datos que recopilará el verano que viene en Galápagos a la vez que hará un voluntariado con la ECCD nuevamente. De momento está interesada en enfocar su tesis en la dieta de Chelonoidis donfaustoi, una especie de tortuga gigante de la Isla Santa Cruz recientemente identificada.
La segunda pasión de Patricia Isabela es la danza. Es por esto que además de sus actividades académicas, es parte de la sociedad de danza de la Universidad de Newcastle. Adicionalmente, desde su primer año universitario ha sido parte de uno de los equipos de danza que representa a su universidad en competencias estudiantiles en el Reino Unido.
Patricia se siente muy agradecida por la oportunidad de estudiar en el extranjero, conocer una nueva cultura “que respeta la individualidad de cada persona” y donde hay mucha aceptación a los extranjeros. Ella extraña la alegría de los latinos, la comida ecuatoriana, su idioma natal, el tiempo soleado, su estilo de vida isleño, sus amigos y el cariño de su familia. Aunque ha sido difícil para ella, manifiesta que es conciente de lo afortunada que es y que ve esto como una oportunidad de crecer como ser humano, ganando conocimiento de tipo académico, social y cultural. Patricia desea volver a Galápagos para contribuir a la conservación del archipiélago. Aunque está muy agradecida por la calidad de la educación que recibe en Inglaterra, no desea quedarse porque siente responsabilidad y amor hacia su hogar, las Islas Encantadas.
“Lo que más me inspiró ha sido nacer y crecer en Galápagos porque crecí rodeada de la naturaleza y muy conectada. Mis padres me han enseñado a amar el lugar en donde vivo y eso es lo que siento que me inspiró…una de las varias razones por las cuales decidí irme tan lejos de casa, es para prepararme y obtener todas las herramientas necesarias para poder volver al lugar que me vio nacer y crecer y tratar de devolver aunque sea un poquito de todo lo que este paraíso me ha dado, quiero cuidar este lugar.” – Patricia Tapia
El programa de becas de la Fundación Charles Darwin es una parte esencial de su misión, porque la capacitación de personas locales asegurará un futuro sostenible para las islas. Este proyecto, como todos los demás de la FCD, está financiado completamente por la generosidad de nuestros seguidores. Por favor dona hoy.