El calor tropical de un día soleado en “Las Encantadas” caía sobre el disfraz gris y abrigado que llevaba puesto. Con la visibilidad borrosa desde el interior del traje veía a los visitantes disfrutar, reír, preguntar, y tomar fotos. Las lágrimas inocentes y efímeras de algunos niños despertaban al ser perseguidos por el “tiburón”. Sin embargo, al sacarme la máscara … el brillo y la sonrisa regresaba a sus caras sacándome una a mi también … “Feliz día de los Océanos” - murmuré. Así de divertidos fueron algunos días de mi voluntariado en la Estación Científica Charles Darwin (ECCD).
Afortunadamente, nací en Galápagos y crecí en Floreana, una de las islas habitadas del archipiélago con aproximadamente 150 habitantes. “Conservación” y “evolución” son palabras que escuché muy a menudo durante mi infancia. Sin internet, televisión, celulares y rodeado de lagartijas, tortugas, pingüinos, lobos marinos y pinzones nació mi espíritu de conciencia ambiental y mi interés de estudiar la carrera de Comunicación Ambiental en la Universidad San Francisco de Quito.
He sido parte del equipo de Comunicación y Relaciones Públicas de la ECCD y he podido participar en la variedad de actividades de trabajo del equipo desde ser un tiburón para un evento con la comunidad hasta; tomar fotografías del trabajo que realizan los científicos; redactar textos informativos; ser parte de una entrevista de un canal nacional; pintar y diseñar elementos para un evento de la comunidad, entre otras.
Es placentero ver que personas de diferentes lugares del mundo vengan y aporten con un grano de arena a la conservación de este Archipiélago. “Vida de voluntario”- fueron las palabras entre cortadas que un amigo de Sudáfrica expresó mientras reíamos y trabajamos en la construcción de un barco de cartón para el Día de los Océanos. El poder de la gente para generar un cambio para tener una mejor vida es increíble. Sin duda alguna, todos podemos ser un agente de cambio, ya sea en nuestro lugar de origen o destinos distintos.
Galápagos, un archipiélago considerado como un laboratorio natural, es conocido mundialmente por las especies únicas que este posee. Además, por ser un importante destino turístico y científico, el archipiélago nos ha permitido comprender los procesos evolutivos y la importancia de su conservación.
Sin embargo, los ecosistemas de Galápagos son frágiles, y únicos entre todos los archipiélagos del mundo. Lamentablemente, debido a la historia de los impactos humanos es siempre necesaria su restauración, protección y conservación.
“Debemos darle la vuelta a la actitud de la gente a nivel mundial y nacional para tener un lugar mejor, sobre todo para nuestras futuras generaciones”, mencionó Arturo Izurieta, Director Ejecutivo de la ECCD durante una entrevista para un canal nacional.
Ahora, gracias al trabajo práctico como voluntario y menos desorientado en el campo laboral de mi carrera universitaria, estoy agradecido de haber formado parte de la ECCD por unos meses. Mi pequeño aporte es parte de la gran meta que tiene planteada la Institución para conservar las islas Galápagos.
Involúcrate
Si estás interesado en aprender más sobre voluntariados en Galápagos, por favor visita la página de voluntarios de la Estación Científica Charles Darwin.
Andrés Cruz es las Islas Galápagos y, actualmente, estudiante de Comunicación Ambiental de la Universidad San Francisco de Quito. Antes de ser voluntario en la Estación Científica formó parte de un programa de ayuda comunitaria en Oahu, Hawaii con Surfing the Nations.